Cuando amamos lo que hacemos, esto se traduce en pasión, energía y motivación para seguir adelante. Solo amando lo que hacemos tendremos la perseverancia necesaria para sobrellevar las dificultades del camino, la capacidad para desaprender, aprender a innovar.
No entiendo a esas personas que no tienen ilusión por lo que estudian o por su trabajo. Gracias a Dios cada día me levanto amando más mi carrera y con más ilusión que el día anterior y esto hace que ponga todo mi empeño en hacer mi proyecto sobre genética de Camponotus lo mejor posible, sin perder las ganas, nunca. Así que a pocos días de entregarlo, los nervios a flor de piel hacen que me dé cuenta que he escogido bien, la carrera perfecta para mí. Biología. Y que la volvería a escoger una y mil veces.
Una y mil veces.
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