Sinceramente no tenía muy claro cómo transmitir lo que siento en este día tan importante para nuestro planeta. El día mundial del medio ambiente nos da un toque de atención y nos ayuda, al menos por un día, a que nuestro planeta sea el protagonista, pero sin embargo, debería serlo todos los días del año.
Al fin y al cabo, medio ambiente significa vida, significa biodiversidad, suelo, plantas, microorganismos, aire puro, océanos limpios y desde luego a día de hoy estamos muy lejos de esa realidad.
Medio ambiente también es nuestra forma de interactuar con lo que nos rodea.
Dice mucho de nosotros como sociedad la forma en que tratamos nuestra casa.
Este año ha sido muy diferente a lo que esperábamos, sin embargo, solo unas pocas primeras semanas han bastado para que empecemos a ver la presión y daño que causábamos al planeta. Pero en cuanto nos hemos relajado y retomado nuestra forma de vida y nuestra normalidad parece que no hemos aprendido absolutamente nada.
Me da pena pensar qué futuro les espera a las nuevas generaciones.
Proteger el medio ambiente es protegernos a nosotros mismos como especie.
Detrás de esta gran crisis viene otra peor que lleva años avisándonos, el cambio climático, ya emergencia climática.
La desaparición de la capa de ozono desencadenada por un calentamiento global similar al que se predice para el futuro (ya presente) causó la extinción de más del 80% de las especies hace 360 millones de años.
Estamos frente a la sexta extinción masiva de especies y no queremos quitarnos la venda de los ojos.
Por ello solo espero que de verdad este cambio de década y un día tan importante como hoy nos haga cambiar nuestra forma de relacionarnos con el planeta y apostar por un futuro sostenible.
Reflexionar y cambiar, no es algo negativo, es evolucionar como personas, y no debemos temer a replantearnos nuestras acciones.
Empezar por uno mismo es el primer paso para mejorar nuestro hogar.
L.R.
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